viernes, 8 de mayo de 2009

1-RAVIOLES


1 comentario:

Yanina Audisio dijo...

Habemos varios, huyendo de los ravioles.

El torbellino
No es una burbuja. Sin embargo, una membrana le brinda la contención flexible del abrazo que nace del afecto y el cuidado. Por fuera de las prensas reductoras de la posesión.
Mucho adentro desperezándose, saltando. Es líquido y se evapora. Sube por la forma del gas, para volver macizo y hundirse. Puede proponerse sólido sin anular el movimiento. Late y la superficie se va haciendo fondo.
A veces es circular, otras cuadrado. En algunas ocasiones se aplasta contra un árbol, suplicándole savia. Intenta, por momentos, que se lo coma el polvillo. Pero no sale de sí esa luz perenne. Sigue.
Las bestias del monte lo perciben y aúllan, gañen, crepitan. Buscan ese bañado que da sed.
Suicida su refulgir cuando se apaga el misterio y todo es igual. Aún así, con los costados heridos insiste el adelante. No acaba de sucumbir a las sombras.
No es un pozo, pero absorbe. Esto que llevo.
Soy un pedazo de cielo.
Caído.-